A medida que ha avanzado el tiempo no se explica el ámbito de la conservación y restauración de obras de arte como un mundo aislado del resto de las disciplinas, tal y como ha sido durante generaciones y generaciones de restauradores, cuando cada maestrillo mantenía sus secretos bien guardados.
La colaboración entre arte, ciencia y tecnología ha sido fundamental para que los avances se hicieran patentes en beneficio del Patrimonio de la Humanidad. Es imposible en la actualidad concebir cualquier tipo de intervención de restauración como un acto individual, al contrario, siempre es necesaria una intervención coral de muchas áreas llamadas a entenderse e interactuar.
La multidisciplinariedad, el maridaje de conocimientos, es un aval de la calidad de una intervención de restauración, y por lo tanto no es excepcional ver trabajar de la mano a un restaurador, a un químico, un fotógrafo y un historiador del arte.
Como restauradora de obras de arte puedo afirmar sin temor a equivocarme que la corriente cultural y vital que lidera el catedrático Fernando Bolívar, fundador del Ligalismo, enlaza de lleno con mi manera de pensar y actuar, como una nueva filosofía de trabajo y vida que enriquece nuestra actividad profesional.
Catedrática de Restauración y Conservación en la Universidad P. Valencia